domingo, 27 de abril de 2014

FOMENTAR LA AUTOESTIMA EN LOS NIÑOS

Existe un proverbio chino que dice: “la vida de un niño es como un trozo de papel en el que todos los que pasan dejan una señal”. Nosotros, futuros docentes debemos tener en cuenta cómo vamos a influir en sus vidas, y: ¿qué mejor que ayudarles a tener una buena autoestima desde pequeños?

A continuación presentamos una serie de pautas sencillas que se pueden llevar a cabo en la vida cotidiana en el trato del adulto con el niño que van cultivando la autoestima progresivamente. Algunas de ellas son:
·         Favorecer el autoconocimiento. Dado que la autoestima es la valoración que se hace del concepto de sí mismo, ayudar al niño a conocerse es una parte fundamental del desarrollo de la autoestima. El facilitar al niño diversidad de actividades reforzando sus cualidades hace que este vaya percibiendo y valorando sus propias capacidades. Así mismo éste podrá reconocer y aceptar sus dificultades y verlas como algo natural.
·         Darle feedback sobre su comportamiento, reforzando los aspectos positivos, los  avances y aquellas cualidades que favorecen su desarrollo. Mostrarle cuáles son sus conductas erróneas enseñándole siempre alternativas positivas para que pueda corregirlo y sentirse reforzado de nuevo.
·         Ayudarle a que se proponga retos alcanzables y realistas. La labor del adulto está en que estos objetivos supongan un desafío con altas posibilidades de éxito para situarle en una espiral de logro-refuerzo-nuevo objetivo.
·         Permitir que el niño pueda tomar decisiones ajustadas a su edad afrontando las consecuencias positivas y negativas que conlleven. Con niños de infantil haciendo preguntas dicotómicas, por ejemplo ¿qué prefieres ir al parque o a la piscina? A medida que crecen y aumenta su capacidad de reflexión podemos ayudar al niño/a a que genere sus propias opciones y decida, el adulto por su parte puede ayudarle a pensar en las consecuencias positivas y negativas que puede tener cada opción.
·         Enseñarle a interpretar los fracasos como oportunidades para mejorar y proponerse nuevos retos, ayudándoles a reflexionar y encontrar caminos que le permitan superar esas dificultades.
·         Por último, destacar que lo más importante para conseguir una buena autoestima es la relación positiva entre el adulto y el niño, basada en el afecto, el respeto y la aceptación, siendo primordial que la actitud del adulto sea coherente con los valores que quiere enseñar.

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